Wagenseil. Lista de reproducción

Sinfonía en mi mayor op. 13 n.º 3, WV 393

Aunque no se sabe con exactitud, es probable que la Sinfonía en mi mayor op. 13 n.º 3 de Wagenseil fuera compuesta en torno a 1761. Como es habitual en las sinfonías del periodo, se articula en tres movimientos (“Allegro”, “Andante molto”, “Minuetto”) que siguen el esquema lento-rápido-lento heredado de la obertura operística italiana. La introducción del minueto (danza cortesana de origen francés) como finale constituye uno de los rasgos de la sinfonía que cristalizará en Viena en este momento, donde se fusionan elementos procedentes de Italia y Francia con otros propios de la tradición austrogermánica, como el uso del contrapunto. Como rasgo característico de esta obra y del estilo de Wagenseil cabe destacar la elegancia y la cuidada ornamentación de las melodías.

Sinfonía en sol menor WV 418

Como sucede con la mayoría de las obras del autor, es difícil saber en qué fecha exacta fue compuesta esta sinfonía, aunque cabe pensar que fue escrita a comienzos de la década de 1760. Al igual que la Sinfonía en mi mayor, es una buena muestra de la elegancia compositiva de Wagenseil, afín a la estética rococó.

La obra está dividida en tres movimientos: “Vivace”, “Andantino” y “Allegro assai”. El trabajo motívico, basado en la repetición de pequeñas células, entronca con la tradición barroca, mientras que los contrastes dinámicos parecen adelantarse a los postulados del Sturm und Drang, movimiento que aboga por la expresión de pasiones extremas y que reivindica lo irracional y lo grandioso.

Sinfonía en re mayor op. 3. n.º1, WV 374

En su Sinfonía en re mayor, Wagenseil emplea nuevamente la división en tres movimientos (“Allegro”, “Andante”, “Allegro”), característica de las sinfonías del periodo y evocadora de la obertura operística. La obra, datada en 1755, es una temprana contribución al género y destaca por su tratamiento tímbrico, al otorgar un protagonismo mayor a las flautas, que actúan como soporte para los violines. La obra sería muy aplaudida en París y contribuiría a la difusión de la música austriaca en la capital francesa.

Concierto para trombón

Wagenseil compuso su Concierto para trombón en 1763. Hasta donde se sabe, este es el primer concierto para este instrumento de viento metal derivado del antiguo sacabuche y marca el inicio de un periodo en el que la expresividad del trombón comenzó a ser apreciada en los géneros camerísticos. La figura dieciochesca del aficionado está directamente relacionada con esta obra, que no fue concebida para un profesional del trombón.

Sus dos movimientos, “Adagio” y “Allegro assai” permiten apreciar el particular timbre y las posibilidades técnicas del instrumento. El segundo de los movimientos es, además, una buena muestra de la estética galante que se imponía en toda Europa a mediados del XVIII.

Concierto para violonchelo en la mayor WV 348

Wagenseil fue considerado uno de los más importantes compositores de obra para cuerda de su tiempo. En su producción aparecen varios conciertos para violonchelo y sonatas en trío que lo posicionan como una figura clave en la transición de los géneros instrumentales del barroco a los del clasicismo.

El Concierto para violonchelo en la mayor se divide en tres movimientos: “Allegro”, “Largo” y “Allegro moderato”. Entre los logros más destacados de Wagenseil destaca la expresividad del instrumento solista, en un momento en el que el violonchelo era asociado a la realización del bajo continuo, y no tanto como un instrumento solista.