Haydn, Michael

Entrada escrita por: María Alonso Zambrano, Irene Fernández Renedo y Laura García Fernández

Franz Xaver Hornöck (atr.): Retrato de Michael Haydn, c. 1806. Salzburgo, colección privada. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Haydn#/media/Archivo:Michaelhaydn1.jpg

Michael Haydn fue un compositor austriaco nacido en 1737 en Rohrau, un pueblo situado en la frontera que se forma entre Austria y Hungría, y fallecido en Salzburgo el 10 de agosto de 1806. Fue el hermano más pequeño de Franz Joseph Haydn. Aunque la familia no tenía antecedentes musicales, el padre, Mathias Haydn tocaba el arpa y se esforzó por que sus hijos aprendieran a cantar.

Un alumno aplicado

Gracias al apoyo de su padre y de su hermano mayor, con tan solo ocho años, Michael entró en la escuela coral del Stephansdom, coro que se encontraba en la Catedral de San Esteban de Viena. Con tan solo 12 años el compositor ya ganaba su dinero extra haciendo de organista sustituto en la catedral, improvisando preludios y fantasías.

Su paso por la catedral terminó en 1753, coincidiendo con su cambio de voz. Sin embargo, el pequeño de la familia Haydn logró combinar sus estudios con la composición de repertorio religioso (misas, himnos). Según parece, tuvo alguna relación con el seminario jesuita de Viena (algunas fuentes indican que tocaba el órgano junto a Albrechtsberger en la iglesia de los jesuitas). También estudió la música de compositores como Fux, Bach, Händel o Hasse.

Oradea y regreso a Viena

Hacia 1760, Michael Haydn fue nombrado maestro de capilla en Oradea (ciudad conocida como Großwardein en alemán y Nagyvárad en húngaro y situada en la actual Rumanía, cerca de la frontera con Hungría). Poco antes había compuesto la festiva Missa SS Cyrilly et Methodii, de dimensiones reducidas y orquestación sencilla. En Oradea, Haydn concibió varias composiciones instrumentales, como sus seis divertimentos para dos violines y bajo (ST5-10) y sus primeras sinfonías. Todas ellas se dividenen cuatro movimientos, incluyendo minueto y trío.

En torno a 1762, Haydn debió regresar a Viena: un programa de concierto de las academias del Conde Durazzo datado en ese año menciona la interpretación un concierto para trompa de su autoría. Es posible que entonces conociera al sobrino de Sigismund Christoph Schrattenbanch, arzobispo de Salzburgo, que le ofreció en puesto en su ciudad. Para entonces, su música se había difundido a través de copias manuscritas, haciendo que Michael fuera un compositor bastante conocido.

Un músico destacado en Salzburgo

La muerte de Eberlin ese mismo año llevó a la reorganización de la actividad musical en Salzburgo y posibilitó el nombramiento de Haydn como Konzertmeister. Desde en- tonces y hasta la muerte del arzobispo Schrattenbach en 1771, los esfuerzos composi- tivos de Haydn se centraron en la música dramática para el teatro de la Universidad Benedictina. El nombramiento de Colloredo como arzobispo de Salzburgo restringió la actividad del teatro, que terminaría cerrando en 1778.

Entre 1771 y 1777 Haydn compuso sus obras más conocidas: el Réquiem ST155 (1771), la Missa S Hieronymi ST254 (1777) los ofertorios Tres sunt ST 183 (1772) y Lauda Sion ST 215 (¿1775?). También en esta época compuso dos quintetos de cuerda (ST187 Y ST189).

Su posición en la ciudad a la llegada de Colloredo debía ser bastante sólida, y en 1777 se sugirió su nombramiento como maestro de capilla, pero la circulación de falsos rumores dio al traste con esta posibilidad.

El repentino fallecimiento de Adlgasser ese mismo año llevó a su nombramiento como organista en la Dreifaltigkeiskirche. Leopold Mozart, que ambicionaba ese puesto para su hijo, y que hasta entonces había tenido palabras amables para Haydn, señalaría entonces su tendencia a excederse con el alcohol y su pereza. Finalmente, en 1782, Haydn acabaría asumiendo el puesto de organista poco después de que Wolfgang Amadeus Mozart lo abandonara.

Últimos años: bajo la protección imperial

En la década de 1780 compuso en torno a 20 sinfonías que circularon fuera de Salzburgo: en 1784 Mozart expresó su sorpresa ante la facilidad con la que podía obtener copias de las sinfonías más recientes de Haydn en Viena, y un año más tarde Artaria editaría dos de estas obras. Casi todas se dividen en tres movimientos, sin minuetos ni tríos. En esa época compuso también marchas orquestales y minuetos, junto a algunas composiciones camerísticas en las que combina instrumentos de cuerda y viento.

Durante los noventa amplió su influencia como profesor de composición. Entre sus alumnos figurarían G. J. Schinn (quien ocuparía un puesto en Múnich y velaría por la interpretación de las obras de Haydn hasta entrado el siglo XIX), Anton Diabelli (cuya editorial publicaría algunas obras sacras de Haydn) y Carl Maria von Weber.

En sus últimos años de vida, Haydn hizo dos viajes a Viena: el primero en 1798 y el segundo en 1801. Este último con el objetivo de estrenar una misa encargada por la emperatriz María Teresa, quien cantó una parte solista en una actuación. En octubre, el Allgemeine musikalische Zeitung informó de que Haydn iba a servir como maestro de capilla del príncipe Nicolás Esterházy, puesto que aceptó, pero que nunca llegó a ocupar.

Con el arzobispo en el exilio, Haydn obtuvo un aumento de salario del archiduque Fernando en 1803, permaneciendo en Salzburgo. Ese mismo año recibió nuevos encargos de obras sacras procedentes de Viena, completó un Te Deum para la corte y fue nombrado miembro de la Real Academia Sueca de Música (donde se conservan muchas de sus partituras autógrafas).

En 1805 comenzó a trabajar en un réquiem encargado por la emperatriz, pero no llegó a finalizarlo. El compositor murió un año más tarde, rodeado de sus amigos y estudiantes.