Avondano. Lista de reproducción
Il mondo della luna. Acto II, Escena 5, Aria: «Un avaro suda e pena, e poi crepa e se ne va»
Esta aria, con una forma binaria (A-B), es una de las piezas más notables de Il mondo della luna, una ópera buffa compuesta en 1765. Está basada en un libreto cómico del dramaturgo italiano Carlo Goldoni datado en 1750 que también llamó la atención de autores como Haydn.
La trama gira en torno a las travesuras de un astrólogo que engaña a un anciano crédulo, haciéndole creer que lo ha transportado a la luna. Allí, el anciano es testigo de las costumbres «lunares», pero que, en realidad, todo es una farsa elaborada en la Tierra para facilitar los deseos amorosos de dos parejas jóvenes. La ópera se caracteriza por un tono ligero y cómico, con música animada.
El estilo de Avondano combina en esta aria influencias italianas y portuguesas. Así, la riqueza y ornamentación reflejaría la herencia del barroco portugués, mientras que los gestos vocales del solista corresponderían con el moderno estilo italiano. Son notables los gestos de comicidad en el tono burlesco e irónico del solista y en algunas respuestas de la orquesta. Así sucede cuando el texto afirma “e poi crepa” (“y luego muere”), interrumpido por la orquesta con una dinámica contrastante que introduce unas veloces semicorcheas descendentes, en lo que constituye una ridiculización del clásico tópico del descenso.
La morte d’Abel. N.º 7: «Alimento il mio proprio tormento»
La morte d’Abel es un oratorio de Abondano compuesto hacia 1780. “Alimento il mio proprio tormento” es una de las arias más emotivas del oratorio. Aparece en un momento crucial de la obra, después de que Caín haya asesinado a su hermano Abel. En este pasaje, Caín expresa su angustia y su dolor. Avondano refleja estos sentimientos con recursos como la repetición de frases y un abundante uso de cromatismos. Se trataría, por tanto, del uso del estilo concitato (agitado) para intensificar la tensión y el sentimiento de culpa. El aria utiliza un tempo lento y una tonalidad menor, que refuerza el carácter sombrío, mientras la línea vocal alterna entre momentos de calma y explosiones de intensidad, que reflejan la agitación interna del personaje.
En cuanto a la forma, Avondano opta por el uso de un aria da capo (A-B-A’), común para las óperas serias y los oratorios, con una primera sección que introduce el tema principal, una segunda sección contrastante tanto en tonalidad como en carácter y un regreso al tema principal, pero con la incorporación de variaciones ornamentales.
Sonata en trío n.º 2 en si menor
La Sonata en trío n.º 2 en Si menor está formada por dos movimientos, el primero un “Allegro” y el segundo un “Andante”. Entre los elementos más interesantes de la obra está su manejo de las texturas. En la mayor parte de la pieza las dos voces melódicas tienen una relación homorrítmica, si bien en ocasiones se producen relaciones de pregunta y respuesta entre estas voces y el bajo. Desde el punto de vista estilístico, la pieza sintetiza las características del estilo galante plasmadas en una composición a tres partes destinada al consumo doméstico.
Sinfonía en fa mayor
Avondano supo componer en una gran variedad de géneros vocales e instrumentales. Prueba de ello es su Sinfonía en fa mayor, que refleja la capacidad del compositor portugués para adaptarse a toda clase de requerimientos.
Estilísticamente es otra buena muestra del estilo galante predominante en el tercio central del siglo XVIII. Aparecen influencias claras de la escuela sinfónica italiana, como la simplicidad estructural o el empleo de melodías simétricas, aunque también se refleja la influencia del estilo orquestal de compositores como Johann Stamitz y Carl Philipp Emanuel Bach. Es posible que Avondano conociese los repertorios sinfónicos europeos, que llegarían con fluidez a la corte portuguesa.
En el primer movimiento, “Allegro”, dominan las texturas homorrítimicas. En el segundo movimiento, “Largo”, la textura es más ligera, con un predominio de la melodía acompañada.
Minuetos de Lisboa: Minuetos 3° y 6°
Estos minuetos, conocidos como los minuetos de Lisboa, son unas piezas de música de cámara que reflejan el estilo de este género desarrollado en el siglo XVIII, caracterizado por su gracia, elegancia y simplicidad formal. Es muy probable que estas piezas fueran compuestas para interpretarse en los bailes con los que se entretenía la comunidad extranjera en Lisboa. Además, podrían estar dentro de una de las tres colecciones publicadas en Londres aproximadamente entre 1766-1770, por la comunidad británica residente en Lisboa.
Los minuetos tienen un carácter gracioso y alegre, típico de las danzas cortesanas de la época, en compás ternario y combinando dos flautas que interactúan con un bajo en un juego contrapuntístico, intercambiando frases y motivos musicales. Desde el punto de vista formal, la estructura es binaria, con dos secciones que se repiten, características de las formas de danza de la época.
En el segundo minueto, también con dos flautas y un bajo, las flautas interactúan a través de una textura contrapuntística imitativa. La estructura binaria, presente en ambos, es propia de la simetría barroca, si bien, como es característico de la producción de Avondano, representan con claridad el nuevo estilo “galante mediante el uso de texturas ligeras, el énfasis en la melodía, en la simplicidad y en la elegancia.
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