Eybler, Joseph Leopold

Autores de la entrada: Leonor López Murcia, Roberto Mateos García e Itxaso Qiu Preciado Pascual

El compositor Joseph Leopold Eybler nació el 8 de febrero de 1765 en Suabia, al suroeste de Alemania y murió en Viena el 24 de julio de 1846.

Contemporáneo y amigo cercano de algunos de los compositores más famosos de la época, como Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven, fue una figura de gran relevancia en Viena durante la transición del Clasicismo al Romanticismo.

Haydn, primo lejano y protector

Eybler nació en una familia de músicos; de hecho, su padre era maestro, director de coro y amigo de la familia Haydn. Estudió música con su padre antes de recibir clases en el Stephansdom (Colegio de Niños de la Catedral de San Esteban) en Viena. Tras ello estudiaría composición con Johann Georg Albrechtsberger, quien declaró que Eybler era el mayor genio de la música que había en Viena, junto con Mozart. También recibió elogios de Haydn, que era su amigo, familiar lejano y protector. El aprecio de Haydn fue tal que recomendó a la editorial Artaria la publicación de tres sonatas para piano de Eybler. Esta experiencia formativa fue fundamental para su desarrollo como compositor y le permitió establecer importantes contactos en la escena musical vienesa.

En la corte de Viena

En 1792, Eybler fue nombrado director de coro de la Iglesia Carmelita de Viena, y en 1801 sería nombrado maestro de coro de la corte. En 1804 fue nombrado ayudante del Hofkapellmeister [maestro de capilla] Salieri, a quien sucedió tras su jubilación en 1824. Al frente de esta institución, Eybler mostró un gusto conservador, que le llevaría a rechazar la interpretación de la Misa en la bemol mayor De Schubert.

Eybler compuso numerosas piezas de carácter sacro para el entorno cortesano, que recibieron elogios y alabanzas por su belleza y profundidad emocional. De entre estas composiciones cabe destacar su Réquiem en do menor (1803) y el oratorio Die vier letzten Dinge, una de sus obras más destacadas. Este último tuvo una muy buena acogida en su estreno, si bien no ha pasado a formar parte del repertorio canónico. Es posible que esto se deba a que su valor radica, fundamentalmente, en su dificultad técnica.

Mozart, un amigo

Eybler y Mozart tuvieron una estrecha relación y colaboraron en multitud de ocasiones. De hecho, Eybler fue el responsable de preparar a los cantantes para el estreno de la ópera Così fan tutte, de Mozart. Así mismo, Eybler estuvo junto a Mozart en sus últimos días y llegó a participar en la composición del Réquiem tras la muerte de Mozart en 1791. En concreto, Eybler se encargó de finalizar la instrumentación de algunas secciones de la «Secuencia», aunque la tarea fue completada finalmente por Franz Xaver Süssmayr.

Compositor prolífico

Eybler compuso una sola ópera, Das Zauberschwert, una comedia romántica en tres actos que se publicó en 1802. Sin embargo, realizó importantes contribuciones en los ámbitos sinfónico, camerístico y vocal. En el primero destacan sus dos sinfonías; en el segundo, sus cuatro cuartetos de cuerda y, sobre todo, sus quintetos de cuerda.

Las composiciones más tempranas de Eybler muestran su apego por las tradiciones y también referencias a Haydn. Las más tardías han sido comparadas con las obras de Mozart y Beethoven, aunque con una voz propia. De manera particular, el Réquiem parece remitir a modelos heredados de Michael Haydn, aunque con menos repeticiones y una mayor sencillez en la escritura de las partes vocales, que resultan así más fáciles de interpretar. Por el contrario, la escritura orquestal es de gran exigencia técnica.

Posteridad

En 1833, mientras dirigía el Réquiem de Mozart, sufrió un ataque que le impidió seguir cumpliendo con sus obligaciones en la corta. En sus últimos años recibió numerosos reconocimientos, llegando a ser ennoblecido por el emperador en 1835.

Joseph Leopold Eybler murió el 24 de julio de 1846 en Viena, a la edad de 81 años. Durante su larga vida realizó importantes contribuciones al patrimonio musical de Viena y dejó una huella indeleble en la música de los siglos XVIII y XIX, además de posicionarse como una figura de gran peso institucional en un momento de profundas transformaciones en la vida musical centroeuropea.

A pesar del éxito y la aclamación de la que gozó en vida, la posteridad no fue tan generosa con Eybler como con otros compositores de su época. Su nombre quedó eclipsado por los de contemporáneos, si bien su música es aún apreciada por su belleza y calidad técnica. Por este motivo, en los últimos años se ha comenzado a redescubrir y reevaluar su valioso legado, sobre todo en el ámbito de la música de cámara.

Bibliografía