Salieri, Antonio

Autores de la entrada: Natalia Albaladejo Martínez, Manuel Lorenzo Sánchez y Pedro Pecero Caballero

El compositor Antonio Salieri nació en Legagno el 18 de agosto de 1750 y murió en Viena el 7 de mayo de 1825.

Retrato de Antonio Salieri (1815), por Willibrord Joseph Mähler (1778-1860)

De Italia a Viena

La historiografía musical relegó y olvidó, casi hasta finales del siglo XX, la existencia de este compositor, así como la enorme influencia que ejerció en el desarrollo de la estética romántica, pues fue mentor de Liszt, Schubert, Czerny, Hummel y Beethoven, entre otros.

Nacido en la ciudad veronesa de Legnago, su infancia transcurrió en el seno de una familia de zapateros y posiblemente comerciantes. Recibió clases de música en su ciudad natal, de la mano del organista de la catedral, quien había sido alumno de Giovanni Battista Martini. Su hermano mayor también tocaba el violín y había sidodiscípulode Giuseppe Tartini.

A la muerte de sus padres, con apenas 13 años, pasaría a estudiar en Venecia con el compositor y organista Giovanni Battista Pescetti y con el cantante Pasini. Fue a través de este último que conoció al compositor Florian Leopold Gassman, quien, impresionado por el talento del joven Salieri, le tomó bajo su protección y le llevó con él a la corte de Viena en 1766.

En Austria, el emperador José II tampoco sería inmune a las cualidades del veronés, forjando una estrecha relación entre músico y patrón que se prolongaría hasta la muerte de este en 1790. En las reuniones de sociedad conocería al escritor y libretista Pietro Metastasio y al compositor Christoph Willibald Gluck, con los que mantendría excelentes relaciones.

Un operista consumado

Antonio Salieri comenzó a destacar como compositor de óperas a partir de 1770. Su producción se inicia con Le Donne letterate, basada en una novela de Molière y con libreto de Giovanni Gastone Boccherini, hermano del compositor Luigi Boccherini. Durante los siguientes años verían la luz las óperas Armida, en 1771 y La Fira de Venezia en 1772.

El éxito de Salieri en Viena se debió en gran parte al apoyo de José II, quien también le ayudó a triunfar en Italia y en Francia gracias a la influencia sobre sus hermanos. A la muerte de Florian Leopold Gassmann en 1774, el emperador nombró a Salieri sucesor de este como Kammerkomponist, convirtiéndose en director musical de la ópera italiana de Viena con tan solo 24 años.

Posteriormente, la reforma llevada a cabo por José II puso fin a las representaciones italianas y francófonas a favor de un repertorio exclusivamente nacional, con el Singspiel como principal género y la creación de un Teatro Nacional. Esto afectó tanto a losencargos que había recibido Salieri como a su cargo de director de la ópera, pues el compositor nunca llegó a dominar a la perfección el alemán. En este contexto, el emperador le concedió una excedencia que le permitió realizar una gira por Italia entre 1778 y 1780.

La exploración de los géneros operísticos por parte de Salieri continuó en 1782, cuando Gluck le pasó el encargo de una obra requerida por la Ópera de París. Armado con una carta de recomendación del emperador, Salieri se trasladó a París por primera vez para supervisar la producción de Les Danaïdes (1784). El éxito obtenido le valió el encargo de otras dos óperas francesas.

Durante el resto de la década Salieri se dedicó a la composición de tragédies lyrique en París y óperas buffas en Viena. A su regreso Salieri compaginó sus clases con un puesto en la Orquesta de Viena y en 1787 fue nombrado Hofkapellmeister por José II.

Como Hofkapellmeister, Salieri se ocupaba de la selección de nuevos instrumentistas y cantantes, ocupaba puestos como el de organero, supervisaba la adquisición de instrumentos y mantenía la biblioteca musical en buen estado. Los registros de la Hofkapelle del periodo comprendido entre 1820 y la jubilación de Salieri en 1824 muestran que, para los servicios regulares bajo su dirección, eligió con mayor frecuencia misas de Albrechtsberger, Joseph y Michael Haydn, Georg Reutter, Eybler, Leopold Hofmann y Mozart.

A partir de 1790 delegó parte de esta responsabilidad en su alumno Joseph Weigl para poder dedicarse a la composición operística para los teatros de la corte, y durante todo este periodo apoyó y presidió la Tonkünstler Societät, organización benéfica dedicada a la recaudación de fondos para viudas e hijos de músicos.

El legado de un maestro

Salieri dedicó gran parte de su energía a la enseñanza. Como profesor de canto, se especializó en la formación de brillantes sopranos de coloratura con alumnas como Catharina Cavalieri y Therese Gassmann (hija de Florian Gassmann), al tiempo que jóvenes compositores como Beethoven y Schubert acudirían a él para recibir clases.

Hacia el final de su vida Salieri se quedó ciego y pasó sus últimos días interno en un hospital, donde falleció el 7 de mayo de 1825. Su entierro fue multitudinario y se interpretó un Réquiem que había compuesto años atrás para sí mismo.

Antonio Salieri destacó por su versatilidad en la composición de óperas en Italia, Viena y París, además de por una extensa producción de música sacra. En este ámbito, siguió las reformas de José II inspiradas por la encíclica Annus qui del año 1749 y evitó el virtuosismo vocal. En la música instrumental, enfocó su trabajo en géneros de pequeño formato, teniendo como última composición una serie de variaciones orquestales sobre “La folía” en 1815.

Bibliografía