Wagenseil, Georg Christoph

Autores de la entrada: Aisha Ould-Mousleh Ramos, Patricia González Matamoros, Xabier Verdura Bujedo

Georg Christoph Wagenseil fue un compositor, organista y clavecinista nacido en Viena el 29 de enero de 1715 y fallecido en esa misma ciudad en 1777.

Silueta anónima de Georg Christoph Wagenseil (1774)

Una vida vienesa

Desde muy temprana edad recibió formación con el organista de la Michaelerkirche de Viena, Adam Weger. En 1735 se convirtió en pupilo de Johann Joseph Fux, Kapellmeister de la corte. En 1739 sería nombrado compositor de la corte vienesa, cargo que mantuvo hasta su muerte. Entre 1741 y 1750, sirvió además como organista en la capilla privada de la emperatriz Isabel Cristina (viuda de Carlos VI).

En 1745 viajó a Venecia donde se estrenó su primera ópera: Ariodante. A mediados de siglo obtuvo una gran popularidad a nivel internacional gracias a que las editoriales parisinas publicaron un gran número de obras suyas (especialmente las sinfonías). Gracias a esta difusión, la música de Wagenseil fue conocida y apreciada por autores como Charles Burney o Mozart, que en 1762 interpretó uno de sus conciertos ante la emperatriz Maria Teresa.

Otro de los compositores que se familiarizaron con su música fue Haydn, quien valoraba tanto sus obras orquestales como sus óperas. Wagenseil fue reconocido además como un virtuoso del teclado, recibiendo así elogios de contemporáneos suyos como Christian Friedrich Daniel Schubart.

A partir de 1765 su salud empeoró, afectando a sus actividades en la corte, aunque no dejaría de componer hasta su muerte en 1777. Algunos de sus alumnos fueron Leopold Hofmann, Franz Xaver Dušek, Johann Gallus Mederitsch, Anton Teyber y Johann Baptist Schenk, entre otros. Los dos últimos dejaron una serie de escritos donde escribían los métodos didácticos de Wagenseil, basados en los de Fux, una tradición que Schenk transmitiría a Beethoven a finales del siglo.

Un amplio legado

La obra de Wagenseil fue muy variada. Aunque en un primer momento se dedicó particularmente a la música sacra, a partir de 1745 se centraría en la composición de óperas.

En Orfeo y Eurídice (1750) introdujo novedades formales y estilísticas como las arias en estilo popular o galante, recitativos acompañados de una naturaleza expresiva y coros grandiosos para romper con la tradicional secuencia recitativo secco-aria da capo. Más innovadora aún será la unión de aria, numero de conjunto, recitativo y coro en grandes cuadros unificados. Estas innovaciones influirían en la posterior ópera de Gluck con el mismo título (1762).

Wagenseil destacó por sus composiciones para piano solista, en las que se observa una evolución desde las suites de danzas tempranas, pasando por las sonatas en miniatura (también llamadas divertimentos), hasta las obras más tardías, en las que combina elementos improvisatorios, danzables, populares y cantables.

Sus conciertos para teclado son obras camerísticas concebidas para intérpretes aficionados. Asimismo, merecen ser destacados su Concierto para violonchelo en la mayor (1752) por su extraordinaria expresividad, y el concierto para trombón, uno de los más tempranos dedicados a este instrumento.

Su contribución a la sinfonía

Sus sinfonías gozaron de gran difusión en Europa durante la segunda mitad del siglo XVIII, y algunas de ellas llegarían al continente americano. En ellas se muestra la gran versatilidad de Wagenseil. Las primeras que compuso datan del año 1745 y fueron concebidas como oberturas operísticas.

A partir del año 1750 compondrá sinfonías sin función de obertura operística, aunque manteniendo la estructura en tres movimientos (rápido-lento-rápido). Entre ellas destacan la Sinfonía en do mayor WV 351, concebida como obertura para la ópera Vincislao, y la Sinfonía en re mayor Op. 3 Nº1 WV 374, en la que incluye como novedad las flautas, como soporte para las líneas melódicas de los violines.

Wagenseil también escribió numerosas composiciones camerísticas para instrumentos de cuerda con y sin acompañamiento de clave. Además, compuso obras para órgano y clave e incluso para el arpa, un instrumento poco habitual en su época. Como teórico musical, en 1751 publicó un tratado de violín titulado Rudimenta panduristae oder Geig-Fundamenta.

Bibliografía