Eybler, Joseph Leopold. Lista de reproducción

Cuarteto en re mayor op. 1, nº 1

El Cuarteto en re mayor op. 1, n. º 1 de Eybler es una de sus composiciones más destacadas. La dedicatoria a Joseph Haydn, firmada en Viena en 1794 en la que Eybler expresa la gran admiración que siente por su colega, además de asegurar que esta colección aumenta infinitamente su obligación para con él. Lo más significativo es que, tanto el texto de la dedicatoria como el formato en el que se presenta guardan un notable parecido con la que escribió Mozart en sus seis Cuartetos “Haydn” (1785) bien conocida para entonces. Este cuarteto está compuesto en la tonalidad de re mayor. Su primer movimiento sigue la habitual forma sonata: comienza con una pequeña introducción, tras la que presenta los dos temas principales. El primero (cc. 14-18) se interpreta de forma moderada pero ya el siguiente se interpreta de una manera más rápida (cc. 22- 24) . El desarrollo, basado en estos materiales, da paso a la recapitulación en la cual se repiten los mismos materiales principales con pequeñas variaciones.

Sinfonía n.º 1 en do mayor

Estrenada alrededor de 1775, esta sinfonía está estructurada en tres movimientos: “Adagio. Andante spirituoso”, “Andante” y un “Minueto”, seguido de un “Finale. Allegro assai”. Para la composición de esta sinfonía, Eybler siguió el ejemplo de Haydn y sus recientes sinfonías de París, que habían obtenido un gran éxito. Así, la introducción del movimiento inicial, de carácter festivo, guarda una estrecha relación con la Sinfonía n.º 82, “El oso”, de Haydn. No obstante, aunque en esta sinfonía aparecen pasajes contrapuntísticos, la concepción general de los movimientos rápidos es menos sorprendente y menos compleja que en las obras de Haydn. Asimismo, y frente al trabajo motívico de este compositor, Eybler hace uso de unas atractivas melodías, que lo aproximan más a la estética mozartiana.

Concierto para clarinete en si bemol mayor

Escrito en 1798, al comienzo de los treinta años que Eybler pasó en el Schottenkloster (monasterio escocés) de Viena, este concierto fue concebido para el clarinetista Anton Stadler, intérprete para el cual Mozart escribió, entre otros, su Quinteto para clarinete y cuerdas Kv 581 y su Concierto para clarinete Kv 622,  Eybler lo concibió en tres movimientos: “Allegro maestoso”, “Adagio” el  segundo y “Rondo alla turca: Allegro”. De este último movimiento destacamos el tópico de la música turca, que gozaba de gran popularidad en este periodo, como prueban, entre otras, la conocida “Marcha turca” de la Sonata para piano n.º 11 de Mozart. Así mismo, vale la pena remarcar que Alexander Weinmann, el editor de la pieza, afirmó que, al desarrollar y entrelazar la riqueza de motivos que se le ofrecían, Eybler pudo dar rienda suelta a su arte e inventiva, dando como resultado una pequeña joya. Hemos seleccionado esta pieza por ser un concierto compuesto para un instrumento muy novedoso para la época, el clarinete, siendo esta  una de las primeras obras compuestas para este instrumento junto con las composiciones de Mozart.

Réquiem en do menor

El Réquiem en do menor de Eybler fue encargado por la emperatriz de Austria, María Teresa de Borbón-Dos Sicilias. En aquel,  momento, Eybler acababa de ser nombrado maestro de coro de la corte. En esta obra apreciamos ciertos rasgos heredados de las últimas obras de Michael Haydn como el Réquiem de este último, aunque con menos lugares comunes y menos repeticiones rutinarias. Las partes vocales están dotadas de una mayor sencillez, lo que hace que sean fáciles de interpretar. En contraposición, las secciones orquestales requieren una gran exigencia técnica. Consta de 8 movimientos, siendo el primero “Réquiem Aeternam”, el segundo “Dies Irae”, el tercero “Confutatis” , el cuatro “Domine”, el quinto “Hostias”, el sexto “Sanctus”, el séptimo “Benedictus” y el octavo y último “Cum Sanctis” . Se ha elegido esta obra por los rasgos de la tradición de Haydn que en ella aparecen, además de los contrastes entre sencillez y dificultad de las partes vocales y orquestales.

Die vier letzten Dinge

Die vier letzten Dinge (“Las cuatro últimas cosas”, en castellano) es un oratorio en tres partes cuyo texto esta extraído del Libro de los Salmos y otras fuentes Bíblicas como el Apocalipsis de San Juan. El texto originalmente estaba escrito para Haydn, a quien se había encargado el proyecto por parte del emperador Francisco I del Sacro Imperio. Sin embargo, tras el fallecimiento de Haydn, Eybler fue el encargado de realizar el oratorio. Las tres partes de esta composición representan el fin del mundo, la resurrección de los muertos y la redención de los bienaventurados. El oratorio trata de las cuatro últimas cosas del hombre, que son la Muerte, el Juicio, el Cielo y el Infierno. Se estrenó el 15 de abril de 1810 por encargo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Francisco I, para la emperatriz María Ludovica. Aunque este oratorio tuvo un éxito notable cuando se presentó por primera vez, ha caído en el olvido, probablemente debido a que su valor musical recae solo en los grandes esfuerzos necesarios para interpretarla. La temática de la composición, su ambición formal y el éxito de la pieza junto con la relación de Eybler y Haydn son los motivos por los que hemos seleccionado esta pieza.