Pleyel. Lista de reproducción

Cuarteto op. 1 n.º 3

Los músicos que vivían en Viena en la década de 1780 no dejaban de preguntarse quién podría ser el sucesor de Haydn. En 1783, la publicación de los Cuartetos op. 1 de Pleyel (por entonces solo un joven alumno de Haydn) llamó la atención de Mozart.

En una carta a su padre escrita un año más tarde, el salzburgués comentaba los paralelismos entre la obra de Pleyel y la de Haydn, aunque trataba de restar importancia al joven compositor, refiriéndose a él como “un tal Pleyel” y dando por hecho que Leopold no habría oído nunca hablar de él. Además, resaltaba que su único mérito era haber sido alumno de Haydn y criticaba ferozmente estos cuartetos, aunque le reconocía el mérito de haberlos escrito en un estilo accesible, tal y como le había aconsejado hacerlo a él su progenitor.  En cualquier caso, esta carta constituye una valiosa reflexión sobre el futuro y el papel que tendría Pleyel en los años venideros.

Para componer estos cuartetos, Pleyel siguió los modelos de su maestro. Así sucede, especialmente, en este Cuarteto op. 1 n.º 3, claramente inspirado en el Op. 20 n.º 6 de Haydn. Pero a la vez que le rendía homenaje, establecía un marco de trabajo para sus propias composiciones.

Los cuartetos de Pleyel fueron un rotundo éxito, y el compositor tuvo la oportunidad de reeditarlos en numerosas ocasiones en Ámsterdam, Londres y París. Además, de los conjuntos completos, aprovechó la partitura original para hacer arreglos dirigidos a instrumentos solistas de todas las familias de la orquesta.

Cuarteto en sol menor op. 2 nº 3, Benton 309

Los Cuartetos Op. 2 de Pleyel fueron publicados en 1784 por Graeffer y se vendían con un precio elevado (4 gulden y 20 kreuzer). En la portada destacaba que estas obras estaban dedicadas al maestro de Pleyel: Franz Joseph Haydn. Este recurso era inusual en aquella época, pero sirvió como una eficaz estrategia publicitaria, al dejar clara la privilegiada posición de Pleyel como alumno de la figura más reconocida de la música de su tiempo.

Pleyel ofreció estos cuartetos como “signo de gratitud perpetua” a su maestro. Además la colección fue anunciada en la prensa, lo que favoreció una gran insistencia y mediante una agresiva campaña de marketing que incluyó una actuación pública gratuita.

Por otra parte, no deja de resultar llamativo el parecido entre la portada de estos cuartetos y la de los Cuartetos “Haydn” (1785) de Mozart, también dedicados a Haydn: aunque elementos como el marco rectangular, la corona de laurel y la lira eran comunes en las ediciones de este periodo, la distribución de estos elementos es sorprendentemente similar en los dos casos. El Cuarteto op. 2 n.º 3 es el único que incorpora un movimiento lento y un minueto, ritmo asociado a la danza que no había aparecido en los anteriores cuartetos de Pleyel.

Sinfonía en fa mayor, Benton 140

En 1789 Pleyel compuso su Sinfonía en fa mayor. Fue publicada en dos ocasiones por distintos editores y con distintos nombres; en el mismo año de la composición por la editorial Schott en Alemania como Sinfonía periódica n.º 6 y un año más tarde por Johann André en Offenbach am Main como Op. 27 n.º 2. Fue una de las sinfonías que Pleyel compuso durante el periodo revolucionario en Francia, donde se encontraba el compositor.

En  ella se aprecia una gran influencias de su maestro Haydn. Su plantilla orquestal está compuesta por dos violines, viola, contrabajo, dos oboes y dos trompas. Esta plantilla mezclaba sonoridades de instrumentos de viento metal, de doble lengüeta (viento madera) e instrumentos de cuerda. La obra consta de cuatro movimientos: “Allegro”, “Adagio”, “Menuetto-trio” y “Allegro”. El primer movimiento, en forma sonata, comienza con un tema que nos recuerda al inicio de la Sinfonía n.º 8, “Le soir” de su maestro.

El segundo movimiento cita el Cuarteto en fa mayor op.3 n.º 5, “Sérénade”, de Haydn. Es curioso, ya que la colección en la que apareció publicado este cuarteto, atribuida a Haydn, parece incluir algunos cuartetos de otro autor. Fue publicada por primera vez en Francia en 1777 y el propio Pleyel, ya como editor, volvería a publicarlos en 1801.

El tercer movimiento es característico por su equilibrio entre el estilo clásico de Haydn y la importancia atribuida a la sección de viento, aspecto de carácter francés. La manera en la que incluye en sus obras los estilos de su época le proporciona un carácter muy personal.

En el caso del último movimiento es una forma sonata más extensa de lo habitual en aquel momento. De este modo, Pleyel anunciaba el gran desarrollo que llegaron a adquirir las formas clásicas durante el Romanticismo.

Sinfonía en do mayor op. 66, Benton 154

Pleyel compuso su Sinfonía en do mayor op. 66  en 1803. En 1829, la obra fue publicada por André de Offenbach, que fue quien le otorgó este número de opus. La plantilla orquestal incluye una flauta, dos oboes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas, timbales y cuerdas, y el compositor explota los recursos tímbricos que le ofrece esta formación. Con ello se observa el incremento de la sección de viento madera en este tipo de agrupaciones con respecto a siglos anteriores. El primer movimiento (“Adagio – Allegro”) se abre con una grandiosa introducción, que precede al movimiento inicial, en forma sonata flauta. Tras un expresivo “Adagio”, aparecen un “Menuetto e Trio. Allegretto”, con carácter scherzante y juguetón, semejante a un vals, y en el que destaca el tema encomendado a la flauta. La obra se cierra con un rondó (“Tempo giusto”) en el que destacan los episodios con alusiones a tópicos pastoriles. Esta obra es contemporánea a la Sinfonía n.º 3, “Heroica”, de Beethoven. En contraste con el carácter brillante de esta, la obra de Pleyel emplea sonoridades más delicadas y apagadas, con un uso más discreto de la percusión y los instrumentos de viento metal.

Trío en Si bemol op. 20 n.º 1

La ingente producción camerística de Pleyel incluye creaciones para agrupaciones infrecuentes como este trío. Originalmente compuesto para dos clarinetes y un violonchelo, se han realizado numerosas versiones como la que se incluye en esta lista, donde el fagot sustituye al violonchelo. Se desconocen cuestiones como el estreno o las circunstancias que rodearon la composición. En todo caso, esta pieza es relevante por su original plantilla instrumental, que incluye al clarinete. Este instrumento había surgido en el siglo XVIII y aún carecía de repertorio propio. El Trío se articula en tres movimientos (“Allegro”, “Adagio molto” y “Allegro non troppo”) en los que destaca el equilibrio entre las voces, que tienen una importancia equiparable.