Wranitzky. Biografía

Autoras de la entrada: Candela Merino Liaño y Nerea Pedraza Blanco.

Nacido en Neureisch (actualmente Nová Říše, República Checa) en diciembre de 1756, el violinista de origen moravo Paul Wranitzky (Pavel Vranický) fue una figura clave en la vida musical de Viena durante el siglo XVIII como compositor y director de orquesta.

Primeros pasos de un compositor en ascenso

Wranitzky se crió en una familia de clase media, y junto a su hermano Anton, estudió música en la Escuela Primaria del monasterio de su localidad, donde recibió conocimientos en diferentes prácticas musicales: canto, órgano, clave, violín y viola.

Posteriormente, en 1770, se trasladó al gimnasio Jesuita de Jihlava, donde siguió con sus estudios musicales simultáneamente a su educación general. Al año siguiente se desplazó a Olomouc, ciudad de Chequia, donde a pesar de no perder su interés en la música, comenzó unos nuevos estudios en teología. Esto no le impidió convertirse en un violinista profesional.

Director de corte y teatro: Wranitzky en la escena musical de Viena

Cuando solo tenía 20 años, se trasladó a Viena, donde continuó sus estudios teológicos y adquirió el cargo de director de coro en una iglesia local. Fue en este momento cuando germanizó su nombre a Paul Wranitzky.

En 1780 finalizó sus estudios académicos y decidió centrarse en profesionalizar su carrera musical. Para ello, se formó con Joseph Martin Kraus, maestro de capilla de la corte sueca de Gustavo III.  Cuatro años más tarde adquirió su primer puesto importante como director musical de la corte del noble húngaro Johann Baptist Eszterházy, lo que le permitió conocer a Joseph Haydn.

Posteriormente, consiguió otro cargo relevante, convirtiéndose en el director de la nueva orquesta del teatro de Viena Kärntnertrotheater, rol que mantuvo durante dos años hasta que se trasladó al teatro principal, el Burgtheater.

En 1790 presentó su singspiel Oberon durante la coronación de Leopoldo II en Fráncfort y dos años más tarde escribió sinfonías para la coronación de Francisco II. De este modo, Wranitzky pasó a formar parte de los músicos del emperador, y su mujer, María Teresa, para quien compuso obras de uso privado, lo consideraba uno de los mejores compositores del momento.

Como resultado, Wranitzky se integró plenamente en la actividad musical de la ciudad, obteniendo reconocimiento y una buena posición como músico, recibiendo a menudo encargos para eventos reales y publicando obras que se expandieron por toda Europa.

Entre grandes compositores: Haydn, Beethoven y Mozart

Tras el fallecimiento de las personalidades para las que trabajaba en la corte, Wranitzky siguió siendo una figura destacada en los teatros y sociedades de Viena. Así, dirigió los estrenos de La Creación de Haydn (1799) y de la Sinfonía n.º 1 (1800) de Beethoven, entre otros.

Miembro de la misma logia masónica que Mozart, también ejerció como secretario de la importante sociedad de músicos Tonkünstler-Sozietät, donde resolvió varias controversias producidas entre sus miembros, incluidas algunas que involucraban a Haydn.

Se conserva una carta a John Bland y otra de Haydn a Wranitzky que sirven de prueba para verificar su relación de amistad. También se sabe que tuvo relación con Beethoven, por las memorias de Czerny, y con Weber, quien le visitó en Viena.  Además, ayudó a Constanze, la viuda de Mozart, como mediador legal con los editores musicales tras la muerte de su marido.

El legado olvidado

En el año 1808 Wranitzky muere de forma repentina como resultado de un tipo de fiebre tifoidea. Con su muerte, la popularidad que había conseguido en vida desapareció rápidamente.

Bibliografía